Polémico 2-2 entre el Atlético de Madrid y el Málaga.

El Atlético comenzó con una estupenda presión, era tanto el empeño de buscar el gol que el Málaga no era capaz de devolver un ataque. El Atleti supo tener paciencia y en un saque increible de banda de Jesús Gámez, que buscando el área pequeña consiguió confundir al portero y que el balón llegase a Griezmann para empujar el esférico al fondo de la red. Una vez visto el gol del Atlético, le tocaba sacar al Málaga que parece abrir los ojos frente al poco empeño que ponian para derrotar a su rival. Después de ponerle ganas al juego consiguen un corner, que siendo sacado por Recio, el balón accidentadamente termina en Torres y de ahí a su propia portería. Ha sido una primera parte dura para el Niño después de perdonar dos goles y regalar uno al rival.

Llega el momento del descanso y a la vuelta nos encontramos a un Torres que después de su mala racha sigue dejando mucho que desear. En menos de 15 minutos desde la vuelta del descanso falló otros dos goles. Tan grande fue la desesperación de Simeone que le terminó cambiando por Saúl. De poco sirvió porque en el minuto 71, después de un juego un tanto aburrido ya que ninguno de los equipos contaba con ninguna estrategia más que correr detrás del balón, llega el gol del Málaga por un rechace erroneo de Gabi que dejó a Samuel solo frente a Oblak.

Cuando el Málaga lo dio todo por ganado y el Atlético se sentía ahogado, salieron Saúl y Raúl Jiménez a la contra cediendo el balón a Gámez para que luego él le pusiera la oportunidad a Griezmann de conseguir el empate. Y como era de esperar después de semejante jugada, no dejó pasar la ocasión y ahí el empate.

El Málaga se fue ofendido por el mal arbitraje de Mateu y su asistente que cedió un gol de Griezmann en un dudoso fuera de juego (el cual después fue demostrado como jugada válida).

El Atlético de Madrid se mantiene tercero y sigue peleando por los puestos de Champions, que este año no se está vendiendo barato.